El concepto de "destrucción de miembros" se refiere a golpear las extremidades del oponente, es decir sus brazos y piernas, cuando este las utiliza como sus herramientas de ataque. Son varias la razones por las cuales resulta conveniente utilizar la destrucción de miembros, pero dos de las más importantes son el manejo eficiente de la distancia y el mayor rendimiento de la potencia de nuestros golpes.
Con manejo eficiente de la distancia, queremos referirnos a un empleo adecuado de la posición relativa, mediante la cual podamos aplicar nuestros golpes sobre las herramientas de ataque del enemigo, reduciendo nuestra exposición al mínimo posible. La idea general es que cada vez que atacamos el cuerpo del oponente, es inevitable que nos pongamos dentro del alcance de sus ataques. Pero cuando atacamos sus herramientas de ataque, podemos mantener nuestro cuerpo fuera de su alcance.
En cuanto al rendimiento de la potencia de nuestros golpes, solo debemos considerar que el resultado de la aplicación de una fuerza sobre un cuerpo variara en función de la masa de dicho cuerpo. La idea general es que si aplicamos nuestra máxima potencia, por ejemplo, sobre la masa del bíceps de nuestro oponente se producirá un daño mucho mayor que un golpe de igual intensidad sobre otra parte de cuerpo con una masa mucho mayor.
En definitiva, el objetivo de la destrucción de miembros será provocar el mayor daño posible a las herramientas de ataque del enemigo (brazos y piernas), para obtener una ventaja táctica, desalentar sus ataques, reducir su capacidad de movimiento, incapacitarlo momentáneamente, etc., todo ello con una mínima exposición de parte nuestra.
En la defensa personal preparamos a las personas para que puedan sobreponerse a la agresión de una persona más fuerte, razón por la cual el concepto de destrucción de miembros es una de nuestras herramientas.
